INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
Es la pérdida repentina de la capacidad de los riñones para eliminar los residuos y concentrar la orina sin perder electrolitos.
Causas, incidencia y factores de riesgo
Existen numerosas causas posibles de daño a los riñones, tales como:
- Disminución en el flujo sanguíneo que puede ocurrir con presión sanguínea baja en extremo a causa de traumatismo, cirugía, enfermedad grave, shock séptico, hemorragia, quemaduras o deshidratación.
- Necrosis tubular aguda (NTA)
- Infecciones que causan lesión directamente al riñón como la pielonefritis aguda o la septicemia.
- Obstrucción de las vías urinarias (uropatía obstructiva).
- Enfermedad renal autoinmunitaria como la nefritis intersticial o el síndrome nefrítico agudo.
- Trastornos que causan coagulación dentro de los delgados vasos sanguíneos del riñón, como
- púrpura trombocitopénica idiopática (PTI)
- reacción a transfusión
- hipertensión maligna
- esclerodermia
- síndrome urémico hemolítico
- trastornos resultantes del parto como sangrado, desprendimiento prematuro de placenta o placenta previa
Síntomas
- Disminución de la cantidad de orina (oliguria)
- Ausencia de gasto urinario (anuria)
- Micción excesiva durante la noche
- Hinchazón de tobillos, pies y piernas
- Hinchazón generalizada por retención de líquidos
- Disminución en la sensibilidad, especialmente en las manos o en los pies
- Inapetencia
- Sabor metálico en la boca
- Hipo persistente
- Cambios en el estado mental o en el estado de ánimo
- agitación
- somnolencia
- letargo
- delirio o confusión
- coma
- estado de ánimo fluctuante
- dificultad para prestar atención
- alucinaciones
- Movimientos letárgicos y lentos
- Convulsiones
- Temblor en la mano
- Náuseas o vómitos que pueden durar días
- Tendencia a la formación de hematomas
- Sangrado prolongado
- Hemorragia nasal
- Heces con sangre
- Dolor de costado
- Fatiga
- Mal aliento
- Presión sanguínea alta
Signos y exámenes
Los exámenes y pruebas pueden ayudar a diagnosticar la insuficiencia renal aguda y a descartar otros problemas que pueden afectar el funcionamiento renal.
Muchos pacientes presentan una hinchazón generalizada a causa de la retención de líquidos. El médico utilizará un estetoscopio para escuchar el corazón y los pulmones. Durante este procedimiento, se puede escuchar un soplo cardíaco, crepitaciones en los pulmones, inflamación del revestimiento del corazón (pericarditis) u otros sonidos relacionados con la presencia de líquido extra.
Los resultados de los exámenes de laboratorio pueden cambiar repentinamente (en cuestión de unos pocos días a 2 semanas):
- Los exámenes de orina ( análisis de orina) pueden ser anormales
- Los niveles de creatinina sérica, urea, capacidad de eliminación de la creatinina y potasio sérico pueden incrementarse
- La gasometría arterial y el análisis bioquímico de la sangre pueden mostrar acidosis metabólica
- Los exámenes preferidos son la ecografía abdominal o renal, pero la radiografía abdominal, la tomografía computarizada abdominal o la IRM abdominal pueden revelar si hay una obstrucción en las vías urinarias.
- Los exámenes de sangre pueden ayudar a revelar las causas subyacentes de la insuficiencia renal.
Tratamiento
Una vez que se haya encontrado la causa, el objetivo del tratamiento es restaurar la función del riñón y evitar que el líquido y los residuos se acumulen en el cuerpo mientras los riñones sanan. Generalmente, el paciente tiene que permanecer de un día para otro en el hospital para el tratamiento.
La cantidad de líquido que la persona toma (como las sopas) o bebe se restringe a la cantidad de orina que pueda producir. A la persona se le dice lo que puede o no comer con el fin de reducir la acumulación de toxinas normalmente manejadas por los riñones. Esta dieta puede ser rica en carbohidratos y baja en proteínas, sal y potasio.
Es posible que se necesiten antibióticos para tratar o prevenir la infección y se puede ensayar con diuréticos para ayudarle a los riñones a eliminar líquidos.
Será muy importante evitar la hiperpotasiemia peligrosa (aumento de los niveles de potasio en la sangre) utilizando calcio IV (intravenoso), glucosa/insulina o resina de intercambio de potasio (kayexalato).
La diálisis puede ser necesaria y es posible que haga sentir mejor a la persona. Sin embargo, no siempre es necesaria, pero puede salvar la vida si el potasio sérico se encuentra peligrosamente elevado. La diálisis también se utiliza si el estado mental de la persona cambia, si el nivel de potasio comienza a elevarse, si deja de orinar, si desarrolla pericarditis, si se sobrecarga de líquidos o si no puede eliminar los residuos nitrogenados del cuerpo.
Grupos de apoyo
El estrés de padecer una enfermedad con frecuencia se puede mitigar uniéndose a un grupo de apoyo donde los integrantes comparten experiencias y problemas en común. Ver grupo de apoyo para la enfermedad renal. El personal del hospital local o del centro especializado en diálisis probablemente puede suministrar información acerca de los grupos de apoyo locales.
Expectativas (pronóstico)
Aunque la insuficiencia renal aguda es potencialmente mortal y puede requerir un tratamiento intensivo, los riñones por lo general comienzan a funcionar de nuevo dentro de un período de varias semanas a meses después de haberse tratado la causa subyacente.
En los casos en donde esto no suceda, se presenta insuficiencia renal crónica o enfermedad renal en estado terminal. La muerte puede ocurrir, pero es más común cuando la insuficiencia renal es causada por cirugía, traumatismo o infección severa en alguien con cardiopatía, enfermedad pulmonar o accidente cerebrovascular reciente. La edad avanzada, una infección, la pérdida de sangre del tracto gastrointestinal y la progresión de la insuficiencia renal también incrementan el riesgo de muerte.
Complicaciones
- Pérdida de sangre en los intestinos
- Insuficiencia renal crónica (prolongada)
- Enfermedad renal en estado terminal
- Daño al corazón o al sistema nervioso
- Hipertensión (presión sanguínea alta)
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica si se presenta ausencia o disminución en el gasto urinario o si la persona tiene otros síntomas de insuficiencia renal aguda.
Prevención
El tratamiento de trastornos como la presión sanguínea alta puede ayudar a prevenir la insuficiencia renal aguda. Sin embargo, infortunadamente, la prevención no siempre es posible.