SEXUALIDAD ENTRE HOMBRES Y VIH
8. Sexualidad entre hombres y VIH
Las enfermedades y las muertes relacionadas con el VIH en los Estados Unidos y en el mundo han tenido históricamente un impacto tremendo entre hombres que tienen contacto sexual con hombres (MSM). Información reciente de la prevalencia del VIH y las conductas de riesgo sugieren que los hombres jóvenes gays y bisexuales, siguen corriendo riesgos de infección por VIH y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).
La investigación entre hombres gays y bisexuales sugiere que algunos individuos, en la actualidad, están menos preocupados que en el pasado acerca de la posibilidad de infectarse y se inclinan a correr más riesgos. Se ha demostrado que las conductas de algo riesgo aún continúan en algunas poblaciones de MSM, incluyendo aquellos que están infectados por VIH. A medida que aumenta el número de hombres gays y bisexuales que viven con el VIH, deben realizarse esfuerzos mayores para llegar a ellos con intervenciones relacionadas con las conductas que pueden ayudarlos a proteger su propia salud y prevenir la transmisión a otros.
· CENTROAMERICA: GAYS CONDENADOS ð En El Salvador, Raimundo, un hombre gay de 27 años, yace en la cama en un pabellón de uno de los hospitales públicos que existen en ese país. Raimundo tuvo un amigo norteamericano, Frank, que vivió un año en la capital, San Salvador, en 1993, trabajando en turismo. Frank, que vive en Los Ángeles también tiene SIDA y toma una costosa combinación de medicamentos antiretrovirales que lo mantienen en buena salud. Pero Raimundo, que ahora pesa 45 kilos y que padece una variedad de infecciones oportunistas, espera la muerte, "No puedo tragas, no puedo comer, mi boca está llena de hongos". Su país no le suministra ninguna clase de medicamentos antiretrovirales, cuyo costo supera los 700 dólares mensuales.
Raimundo ganaba 280 dólares al mes en una fábrica cosiendo camisas de una marca para una empresa norteamericana que las vende en Nueva York a 65 dólares cada una. De todos modos, Raimundo hace dos años que no trabaja desde que se enfermó. Cuando no está internado en el hospital, vive con su madre y tres hermanas menores en un apartamento de un solo ambiente en el centro de San Salvador.
Raimundo no culpa a Frank de su situación. "No sabía mucho sobre SIDA. Nos enamoramos y no pensé siquiera en usar un preservativo. Pero hubiera deseado que mi país me tratara mejor. Me habría gustado tener una vida." Raimundo tiene fotos junto a Frank tomadas hace siete años. Ambos tienen bigotes y exhiben sus músculos, enfundados en remeras sin mangas y jeans. No hay ningún parecido con la figura esquelética que yace en la cama. Raimundo, en aquel momento, tenía 19 años, Frank, 26.
Raimundo y Frank continúan escribiéndose y este último había planeado visitarlo en Navidad. "Le rogué no viniera. No hubiera podido tolerar que me viera en este estado."
Apenas a unos pocos kilómetros de donde yace Raimundo se encuentran todos los medicamentos que necesitaría para recuperarse de sus infecciones. Pero están en cajones bajo llave en las sedes de las empresas farmacéuticas internacionales que los fabrican. Muchas de las empresas son de origen norteamericano. En la vecina Guatemala, los hombres gays tienen temor de revelar su condición de VIH positivos a los trabajadores sociales. "Tengo que ocultarle a mi familia el hecho de que tengo SIDA - confiesa Mario que proviene de una familia católica tradicional. - Pero si supieran que soy gay, me echarían a la calla." Pero Mario no ignora que a medida que se enferme más, le será más difícil ocultar a su familia su condición. En Guatemala, es común que las personas con SIDA sean echadas a la calle por sus familias. Y, si son gays, la situación puede ser mucho peor.
Las historias de Raimundo y Mario no son la excepción. Cada año, mueren de SIDA en Centroamérica alrededor de 1.500 hombres gays. La mayoría tiene menos de 35 años y la mayoría sufre muertes horribles por las infecciones oportunistas no tratadas que desbastan sus organismos. Sólo en Costa Rica el sistema de salud pública provee de medicamentos antiretrovirales a todos los que los necesita. En Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, sólo el 5% de las personas viviendo con SIDA tienen acceso a las drogas antiretrovirales.
La revolución que desató el SIDA y la accesibilidad a los medicamentos ha cambiado considerablemente las vidas de los hombres gays con VIH en los Estados Unidos y en Europa, pero hay poco o ningún cambio en el hemisferio sur.
"Puertas Abiertas"
Podemos considerar como "puertas abiertas" para el contagio del SIDA a aquellas prácticas que por ser irresponsables, accidentales, o no suficientemente controladas pueden, en forma ocasional, transmitir el virus de un portador a una persona no portadora. Por ejemplo:
* Intercambiar máquinas de afeitar y otros objetos cortantes personales.
* Intercambiar el cepillo de dientes.
* Tatuarse con agujas sin esterilizar.
Es necesario tener en cuenta que en el caso de pequeñas heridas de superficie, para que haya contagio la sangre "expuesta" debe comprometer de algún modo el torrente sanguíneo. La odontología, la acupuntura, la pedicuría, por depender de profesionales habilitados a tal efecto son sólo "puertas" hipotéticas: en la práctica, las técnicas de esterilización excluyen la posibilidad de contagio. Los odontólogos y médicos que practican cirugía menor en sus consultorios, cuentan en la actualidad con la información e instrumentos quirúrgicos necesarios (material descartable, etc.).
Las transfusiones y donaciones de sangre, el uso de material quirúrgico y cualquier otra forma profesional controlada de utilización de sangre y sus derivados, son situaciones de riesgo prácticamente inexistente.
Actualmente, la organización sanitaria y la información permiten usar todas las técnicas de control y prevención:
* La sangre donada debe someterse obligatoriamente a teste.
* Los materiales quirúrgicos e instrumentales son adecuadamente esterilizados, o son desechables.
* La práctica odontológica habitual se desarrolla en condiciones de prevención y asepsia que eliminan el riesgo de contagio.
La donación o transfusión de sangre prácticamente no implica riesgo porque, actualmente, los controles sanitarios excluyen ese peligro, que sí existió cuando se ignoraba la forma de comportamiento y transmisión del virus.
El contagio a través de la saliva, las lágrimas, o el sudor es inexistente a causa de la baja concentración del virus en esos líquidos. Hasta el presente no se ha registrado caso alguno de contagio por esas vías.
PREVENCION SANGUINEA ð Las personas que por razones de hábito o medicación deben inyectarse frecuentemente, deben usar jeringas y agujas descartables, porque esta vía es la más usual forma de contagio. Las personas infectadas no deben, en ningún caso, donar sangre u órganos. Las transfusiones de sangre deben hacerse en establecimientos que cumplan con las normas de control y prevención vigentes.
USO DE JERINGAS ð En Estados Unidos más de un millón de personas se inyectan drogas con frecuencia, con un alto costo a la sociedad de más de 50 billones de dólares al sector salud, pérdidas de productividad, accidentes y crímenes. Quienes se inyectan drogas se exponen a contraer el VIH o a la hepatitis.
Se calcula que en los EE.UU. la mita de los nuevos casos de infección con VIH se presentan en Usuarios de Drogas Intravenosas (UDIs).El uso de drogas inyectadas es la fuente de infección de la mitad de todos los casos de bebés con VIH en los recién nacidos. La gran mayoría de los UDIs saben que al compartir las jeringas se arriesgan a contraer el VIH y otras enfermedades. Sin embargo, no hay suficientes agujas / jeringas, disponibles y las que hay son muy costosas para los UDIs.
Los programas de intercambio de agujas / jeringas (NEPs) distribuyen agujas / jeringas limpias y se deshacen de las usadas por UDIs y generalmente ofrecen una variedad de servicios relacionados al caso, incluyendo servicios de referencia a programas de tratamientos por uso de drogas, consejería y pruebas de detección del VIH.
Un estudio a nivel mundial comparó las tasas de infección de UDIs con VIH en 81 ciudades con NEPs y en ciudades que no tenían NEPs. En las 52 ciudades sin NEPs, la tasa de infección aumentó un promedio del 5,9% anual. En las 20 ciudades con NEPs, la tasa de infección con VIH se redujo en un 5,8% anual. El estudio concluyó que aparentemente los NEPs tienden a reducir los niveles de infección con VIH de los UDIs. Diversas investigaciones han concluido que los NEPs pueden reducir la cantidad de nuevas infecciones y aparentemente no incrementan el uso de drogas en UDIs o en la comunidad en general.
Una estrategia más amplia para prevenir la infección del VIH en UDIs debe incluir esfuerzos para incrementar la disponibilidad de agujas esterilizadas, y un mayor acceso a programas de tratamiento de drogas y esfuerzos de prevención para el uso de las mismas.
Sin tratamiento, existe una probabilidad de 16 - 40% que una mujer le pueda transmitir el virus a su hijo. En el ámbito mundial en 1997, 2.1 millones de mujeres se infectaron con VIH. Aproximadamente 590.000 niños también se infectaron, la mayoría de ellos vía transmisión perinatal. En 1997, en los países en vías de desarrollo un 25 - 35% de los hijos de mujeres VIH positivas nacieron con VIH.
Con respecto a sí corren el mismo riesgo todas las mujeres es necesario tener en cuenta que esto no es así. Las desigualdades económicas en el ámbito mundial aseguran un desequilibrio muy grande entre las mujeres de países en vías de desarrollo y las mujeres de países industrializados con respecto a la prevención del VIH, consejería, la prueba del VIH, y el acceso al AZT y otras drogas que pueden prevenir la transmisión perinatal. La mayoría de los niños VIH positivos nacen en países en vías de desarrollo. Mundialmente, se estima que a diario 1.600 niños menores de 15 años contraen el VIH.
La transmisión perinatal puede reducirse para ello es necesario:
ð Prevenir que la madre contraiga el VIH;
ð Proveer pruebas para detectar el VIH;
ð Proveer servicios gratuitos o de bajo costo;
ð Proveer acceso a drogas anti-VIH durante el embarazo;
ð Recomendar que las madres VIH positivas no amamanten a sus bebes y proveer alternativas viables de amamantamiento.
La transmisión perinatal no se puede prevenir si la mujer desconoce que es VIH positiva. De cada 10 mujeres VIH positivas en los países en vías de desarrollo más de 9 desconocen estar infectadas. En los EE.UU. muchas mujeres descubren ser VIH positivas al acudir a su examen prenatal o cuando el recién nacido recibe resultado positivo a al prueba de VIH. El acceso a cuidados médicos antes y después del nacimiento es crítico para la reducción de la transmisión perinatal del HIV. No existe este acceso para muchas mujeres en los EE.UU. y mundialmente. El 32% de las mujeres no recibe ningún tipo de cuidado prenatal institucionalizado, el 40% de mujeres dan a luz afuera de los hospitales.
Los niños VIH negativos que se alimentan con leche materna de una mujer VIH positiva corren un algo riesgo de contra el VIH. El 5% de niños en países en vías de desarrollo se infectan por medio de la leche materna, y el riesgo de transmisión del VIH aumenta el 3% cada año que el niño continúa lactando. Es posible prevenir la infección del 10% de los niños que han estado expuestos al contagio por vía perinatal si son alimentados con leche en polvo u otros substitutos de la leche materna.
Las enfermedades y las muertes relacionadas con el VIH en los Estados Unidos y en el mundo han tenido históricamente un impacto tremendo entre hombres que tienen contacto sexual con hombres (MSM). Información reciente de la prevalencia del VIH y las conductas de riesgo sugieren que los hombres jóvenes gays y bisexuales, siguen corriendo riesgos de infección por VIH y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).
La investigación entre hombres gays y bisexuales sugiere que algunos individuos, en la actualidad, están menos preocupados que en el pasado acerca de la posibilidad de infectarse y se inclinan a correr más riesgos. Se ha demostrado que las conductas de algo riesgo aún continúan en algunas poblaciones de MSM, incluyendo aquellos que están infectados por VIH. A medida que aumenta el número de hombres gays y bisexuales que viven con el VIH, deben realizarse esfuerzos mayores para llegar a ellos con intervenciones relacionadas con las conductas que pueden ayudarlos a proteger su propia salud y prevenir la transmisión a otros.
· CENTROAMERICA: GAYS CONDENADOS ð En El Salvador, Raimundo, un hombre gay de 27 años, yace en la cama en un pabellón de uno de los hospitales públicos que existen en ese país. Raimundo tuvo un amigo norteamericano, Frank, que vivió un año en la capital, San Salvador, en 1993, trabajando en turismo. Frank, que vive en Los Ángeles también tiene SIDA y toma una costosa combinación de medicamentos antiretrovirales que lo mantienen en buena salud. Pero Raimundo, que ahora pesa 45 kilos y que padece una variedad de infecciones oportunistas, espera la muerte, "No puedo tragas, no puedo comer, mi boca está llena de hongos". Su país no le suministra ninguna clase de medicamentos antiretrovirales, cuyo costo supera los 700 dólares mensuales.
Raimundo ganaba 280 dólares al mes en una fábrica cosiendo camisas de una marca para una empresa norteamericana que las vende en Nueva York a 65 dólares cada una. De todos modos, Raimundo hace dos años que no trabaja desde que se enfermó. Cuando no está internado en el hospital, vive con su madre y tres hermanas menores en un apartamento de un solo ambiente en el centro de San Salvador.
Raimundo no culpa a Frank de su situación. "No sabía mucho sobre SIDA. Nos enamoramos y no pensé siquiera en usar un preservativo. Pero hubiera deseado que mi país me tratara mejor. Me habría gustado tener una vida." Raimundo tiene fotos junto a Frank tomadas hace siete años. Ambos tienen bigotes y exhiben sus músculos, enfundados en remeras sin mangas y jeans. No hay ningún parecido con la figura esquelética que yace en la cama. Raimundo, en aquel momento, tenía 19 años, Frank, 26.
Raimundo y Frank continúan escribiéndose y este último había planeado visitarlo en Navidad. "Le rogué no viniera. No hubiera podido tolerar que me viera en este estado."
Apenas a unos pocos kilómetros de donde yace Raimundo se encuentran todos los medicamentos que necesitaría para recuperarse de sus infecciones. Pero están en cajones bajo llave en las sedes de las empresas farmacéuticas internacionales que los fabrican. Muchas de las empresas son de origen norteamericano. En la vecina Guatemala, los hombres gays tienen temor de revelar su condición de VIH positivos a los trabajadores sociales. "Tengo que ocultarle a mi familia el hecho de que tengo SIDA - confiesa Mario que proviene de una familia católica tradicional. - Pero si supieran que soy gay, me echarían a la calla." Pero Mario no ignora que a medida que se enferme más, le será más difícil ocultar a su familia su condición. En Guatemala, es común que las personas con SIDA sean echadas a la calle por sus familias. Y, si son gays, la situación puede ser mucho peor.
Las historias de Raimundo y Mario no son la excepción. Cada año, mueren de SIDA en Centroamérica alrededor de 1.500 hombres gays. La mayoría tiene menos de 35 años y la mayoría sufre muertes horribles por las infecciones oportunistas no tratadas que desbastan sus organismos. Sólo en Costa Rica el sistema de salud pública provee de medicamentos antiretrovirales a todos los que los necesita. En Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, sólo el 5% de las personas viviendo con SIDA tienen acceso a las drogas antiretrovirales.
La revolución que desató el SIDA y la accesibilidad a los medicamentos ha cambiado considerablemente las vidas de los hombres gays con VIH en los Estados Unidos y en Europa, pero hay poco o ningún cambio en el hemisferio sur.
"Puertas Abiertas"
Podemos considerar como "puertas abiertas" para el contagio del SIDA a aquellas prácticas que por ser irresponsables, accidentales, o no suficientemente controladas pueden, en forma ocasional, transmitir el virus de un portador a una persona no portadora. Por ejemplo:
* Intercambiar máquinas de afeitar y otros objetos cortantes personales.
* Intercambiar el cepillo de dientes.
* Tatuarse con agujas sin esterilizar.
Es necesario tener en cuenta que en el caso de pequeñas heridas de superficie, para que haya contagio la sangre "expuesta" debe comprometer de algún modo el torrente sanguíneo. La odontología, la acupuntura, la pedicuría, por depender de profesionales habilitados a tal efecto son sólo "puertas" hipotéticas: en la práctica, las técnicas de esterilización excluyen la posibilidad de contagio. Los odontólogos y médicos que practican cirugía menor en sus consultorios, cuentan en la actualidad con la información e instrumentos quirúrgicos necesarios (material descartable, etc.).
Las transfusiones y donaciones de sangre, el uso de material quirúrgico y cualquier otra forma profesional controlada de utilización de sangre y sus derivados, son situaciones de riesgo prácticamente inexistente.
Actualmente, la organización sanitaria y la información permiten usar todas las técnicas de control y prevención:
* La sangre donada debe someterse obligatoriamente a teste.
* Los materiales quirúrgicos e instrumentales son adecuadamente esterilizados, o son desechables.
* La práctica odontológica habitual se desarrolla en condiciones de prevención y asepsia que eliminan el riesgo de contagio.
La donación o transfusión de sangre prácticamente no implica riesgo porque, actualmente, los controles sanitarios excluyen ese peligro, que sí existió cuando se ignoraba la forma de comportamiento y transmisión del virus.
El contagio a través de la saliva, las lágrimas, o el sudor es inexistente a causa de la baja concentración del virus en esos líquidos. Hasta el presente no se ha registrado caso alguno de contagio por esas vías.
PREVENCION SANGUINEA ð Las personas que por razones de hábito o medicación deben inyectarse frecuentemente, deben usar jeringas y agujas descartables, porque esta vía es la más usual forma de contagio. Las personas infectadas no deben, en ningún caso, donar sangre u órganos. Las transfusiones de sangre deben hacerse en establecimientos que cumplan con las normas de control y prevención vigentes.
USO DE JERINGAS ð En Estados Unidos más de un millón de personas se inyectan drogas con frecuencia, con un alto costo a la sociedad de más de 50 billones de dólares al sector salud, pérdidas de productividad, accidentes y crímenes. Quienes se inyectan drogas se exponen a contraer el VIH o a la hepatitis.
Se calcula que en los EE.UU. la mita de los nuevos casos de infección con VIH se presentan en Usuarios de Drogas Intravenosas (UDIs).El uso de drogas inyectadas es la fuente de infección de la mitad de todos los casos de bebés con VIH en los recién nacidos. La gran mayoría de los UDIs saben que al compartir las jeringas se arriesgan a contraer el VIH y otras enfermedades. Sin embargo, no hay suficientes agujas / jeringas, disponibles y las que hay son muy costosas para los UDIs.
Los programas de intercambio de agujas / jeringas (NEPs) distribuyen agujas / jeringas limpias y se deshacen de las usadas por UDIs y generalmente ofrecen una variedad de servicios relacionados al caso, incluyendo servicios de referencia a programas de tratamientos por uso de drogas, consejería y pruebas de detección del VIH.
Un estudio a nivel mundial comparó las tasas de infección de UDIs con VIH en 81 ciudades con NEPs y en ciudades que no tenían NEPs. En las 52 ciudades sin NEPs, la tasa de infección aumentó un promedio del 5,9% anual. En las 20 ciudades con NEPs, la tasa de infección con VIH se redujo en un 5,8% anual. El estudio concluyó que aparentemente los NEPs tienden a reducir los niveles de infección con VIH de los UDIs. Diversas investigaciones han concluido que los NEPs pueden reducir la cantidad de nuevas infecciones y aparentemente no incrementan el uso de drogas en UDIs o en la comunidad en general.
Una estrategia más amplia para prevenir la infección del VIH en UDIs debe incluir esfuerzos para incrementar la disponibilidad de agujas esterilizadas, y un mayor acceso a programas de tratamiento de drogas y esfuerzos de prevención para el uso de las mismas.
Sin tratamiento, existe una probabilidad de 16 - 40% que una mujer le pueda transmitir el virus a su hijo. En el ámbito mundial en 1997, 2.1 millones de mujeres se infectaron con VIH. Aproximadamente 590.000 niños también se infectaron, la mayoría de ellos vía transmisión perinatal. En 1997, en los países en vías de desarrollo un 25 - 35% de los hijos de mujeres VIH positivas nacieron con VIH.
Con respecto a sí corren el mismo riesgo todas las mujeres es necesario tener en cuenta que esto no es así. Las desigualdades económicas en el ámbito mundial aseguran un desequilibrio muy grande entre las mujeres de países en vías de desarrollo y las mujeres de países industrializados con respecto a la prevención del VIH, consejería, la prueba del VIH, y el acceso al AZT y otras drogas que pueden prevenir la transmisión perinatal. La mayoría de los niños VIH positivos nacen en países en vías de desarrollo. Mundialmente, se estima que a diario 1.600 niños menores de 15 años contraen el VIH.
La transmisión perinatal puede reducirse para ello es necesario:
ð Prevenir que la madre contraiga el VIH;
ð Proveer pruebas para detectar el VIH;
ð Proveer servicios gratuitos o de bajo costo;
ð Proveer acceso a drogas anti-VIH durante el embarazo;
ð Recomendar que las madres VIH positivas no amamanten a sus bebes y proveer alternativas viables de amamantamiento.
La transmisión perinatal no se puede prevenir si la mujer desconoce que es VIH positiva. De cada 10 mujeres VIH positivas en los países en vías de desarrollo más de 9 desconocen estar infectadas. En los EE.UU. muchas mujeres descubren ser VIH positivas al acudir a su examen prenatal o cuando el recién nacido recibe resultado positivo a al prueba de VIH. El acceso a cuidados médicos antes y después del nacimiento es crítico para la reducción de la transmisión perinatal del HIV. No existe este acceso para muchas mujeres en los EE.UU. y mundialmente. El 32% de las mujeres no recibe ningún tipo de cuidado prenatal institucionalizado, el 40% de mujeres dan a luz afuera de los hospitales.
Los niños VIH negativos que se alimentan con leche materna de una mujer VIH positiva corren un algo riesgo de contra el VIH. El 5% de niños en países en vías de desarrollo se infectan por medio de la leche materna, y el riesgo de transmisión del VIH aumenta el 3% cada año que el niño continúa lactando. Es posible prevenir la infección del 10% de los niños que han estado expuestos al contagio por vía perinatal si son alimentados con leche en polvo u otros substitutos de la leche materna.